Series 2

Estudio 7 ¡EMBRIAGUEZ ESPIRITUAL!

(Pasaje bíblico:  Efesios 5:1-21)

En Efesios 5:18 se establece un contraste entre la persona que está bajo la influencia del alcohol y la persona que está bajo la influencia controladora del Espíritu Santo. Los cristianos no estamos ebrios con el vino procedente de ningún viñedo terrenal, sino con el vino nuevo del Reino que procede del viñedo celestial, de aquél que es la Verdadera Vid (Juan 15:1). ¿Cuál es el propósito del contraste entre estos dos controles? Había una creencia pagana de que Dios vivía en la sangre de la uva, de manera que al beber vino el hombre estaba bebiendo a Dios mismo. La embriaguez se consideraba por tanto un sacramento en el que se suponía que el hombre estaba bajo el control del dios que lo llenaba. Pablo estaba recordándoles esta creencia pagana a los cristianos de Éfeso y a continuación estaba señalándoles el verdadero camino para estar poseídos por Dios. En relación a la vida llena del Espíritu Santo, notemos las siguientes verdades:

  • La vida llena del Espíritu es un mandamiento. En Efesios 5:18 hay dos mandamientos, y ambos requieren obediencia; no son optativos, son imperativos.
  • La vida llena del Espíritu es un mandamiento para todo cristiano. La experiencia de la plenitud del Espíritu no es para un selecto grupo de creyentes, sino para todo aquel que ha nacido de nuevo. Note la palabra “todos” en Hechos 2:4 y 4:31.
  • Estar lleno del Espíritu es más que ser morada del Espíritu. Los cristianos de Éfeso estaban “sellados” con el Espíritu Santo (Efesios 1:13, 4:30), o sea que el Espíritu Santo moraba en ellos, como en todos los cristianos (1Corintios 6:19), pero podemos ser morada del Espíritu y no estar llenos de Él; podemos poseer el Espíritu sin que el Espíritu nos posea a nosotros.
  • Estar lleno del Espíritu no es una cuestión de exceso, sino de cordura. “Exceso” quiere decir desorden. Las personas más espiritualmente cuerdas del mundo son aquellas que están llenas del Espíritu de Dios. El Señor Jesús es nuestro ejemplo.
  • La vida llena del Espíritu debe ser la experiencia normal de los hijos de Dios. Efesios 5:18 significa “sed continuamente llenos…” El plan de Dios para cada uno de sus hijos es que estén llenos del Espíritu Santo para que vivan de una manera que le glorifique a Él en todas sus relaciones personales (Efesios 5:15-21), domésticas (Efesios 5:22-33 y 6:1-4) y de negocios (Efesios 6:5-9).
  • Estar lleno del Espíritu no es tener más de Él, sino que Él tenga más de nosotros. El Espíritu Santo es una Persona, y estar lleno de Él significa permitirle tomar plena posesión de nuestras personalidades.
  • La vida llena del Espíritu está marcada por ciertas características claras y fácilmente discernibles. Así como es fácil reconocer a un borracho, igualmente se puede reconocer a un cristiano lleno del Espíritu; en ambos se encuentran las mismas características. ¿Cuáles son? Mire las que se mencionan en Efesios 5:14-21 y después piense en lo siguiente:
  1. El borracho se siente poseído por una inmensa sensación de bienestar.

¡Lo mismo que el cristiano lleno del Espíritu! Se siente exultante, exuberante. Es lo que quiere decir la palabra griega “euforia”: “un inmenso sentido de bienestar”. A los primeros cristianos los acusaron de estar ebrios (Hechos 2:15); a los primeros cristianos se les conocía por su intensa alegría: mire Hechos 13:52.

  1. A un borracho se le reconoce por su cara.

¡Lo mismo que al cristiano lleno del Espíritu! ¡Muchos de nuestros rostros están ensombrecidos en vez de brillantes! Deberíamos estar radiantes, como ocurría con Moisés (Éxodo 34:29), con Esteban (Hechos 6:15), con el Señor Jesús (Lucas 9:29). Mire el Salmo 34:5 y compare el Salmo 40:3 con Efesios 5:19-20.

  1. El borracho tiene un olor característico.

¡Como el cristiano! ¡A los borrachos se los huele! Y Ahora mire Efesios 5:2. Nuestro Señor Jesucristo era un santo incienso para el Padre y para el mundo; los cristianos, llenos del Espíritu Santo, han de ser y pueden ser lo mismo. La vida llena del Espíritu Santo es lo que Dios nos da para que nuestras vidas estén llenas de belleza, gracia y amabilidad.

  1. Al borracho se le detecta por la manera en que anda.

¡Lo mismo que al cristiano lleno del Espíritu! Nuestro caminar es nuestra manera de vivir. Y según Efesios 5:15 el andar del borracho es descuidado, mientras que el del hombre lleno del Espíritu es muy cuidadoso, es decir, disciplinado y constante. El borracho no puede caminar recto, pero el cristiano lleno del Espíritu es capaz de andar en la presencia de Dios y ante el mundo de una manera recta y honesta en todos los aspectos.

  1. Al borracho le traiciona su forma de hablar.

¡Lo mismo que al cristiano lleno del Espíritu! Muchos borrachos tartamudean y a menudo de su boca salen groserías y suciedades. El cristiano lleno del Espíritu es muy cuidadoso con las palabras que usa y los temas de los que habla y, por supuesto, el cristiano lleno del Espíritu da testimonio de Cristo: ¡mire Hechos 4:20!

  1. El borracho no es responsable de sus actos.

¡Ni el cristiano! El borracho hace muchas tonterías porque no puede evitarlo, y el cristiano, si está lleno del Espíritu Santo, lleva una vida que produce fruto espiritual (Gálatas 5:22-23) y obras que son imposibles, humanamente hablando: mire lo que dijo Pedro en Hechos 3:12.

  1. Al borracho se le conoce por la gente con la que se junta.

¡Lo mismo que al cristiano lleno del Espíritu! El borracho se va directamente al bar; el cristiano lleno del Espíritu busca la comunión del pueblo de Dios: mire Hechos 4:23.

¿Cómo podemos ser llenos del Espíritu, poseídos y controlados por el Espíritu Santo? Piense de nuevo en el borracho. ¿Cómo se llega a ser un borracho? Bebiendo y bebiendo y volviendo a beber. Nuestro beber implica tres cosas: (l) Una verdadera sed (Isaías 44:3;  Mateo 5:6;  Juan 7:37-39);  (2) Una gran capacidad (Salmo 81:10)  y (3) Una fe sencilla (Lucas 11:13;  1Juan 5:14-15).